viernes, 9 de marzo de 2018


                                  ROL DE LA FANB EN EL SIGLO XIX Y XX.


Históricamente hablando, los militares han participado activamente en la política de América Latina .
 Durante la subsecuente conquista, los conquistadores combatieron contra los indios americanos, y posteriormente se establecieron, no como simples soldados, sino como la realeza y aristocracia blandiendo considerable influencia económica y poder político.
 Podemos ver cómo, desde un inicio, América Latina omitió establecer claramente la separación de los poderes civiles y militares.
Esta situación se agravó durante y después de las guerras de independencia en los albores del Siglo XIX.
Los ejércitos nacionales desempeñaron un papel preponderante en las luchas independentistas.
Luego, cuando prevalece un periodo de caos y descontento social en las incipientes naciones, los militares emergen como la única institución lo suficiente- mente fuerte y con algún grado de legitimidad como para mantener aglutinada a la nación.
Las instituciones políticas en manos de los civiles estaban limitadas en su alcance y confinadas a zonas urbanas.
Es por ello que casi toda la región de la América Hispana vivió un vacío político e institucional al desaparecer la administración colonial.
Fue un periodo que se caracterizó por la aparición de líderes locales, frecuentes guerras civiles y una rápida sucesión de golpes militares.
 Estas circunstancias, entre otras, contribuyeron a la emergencia de caudillos, hombres poderosos que disponían de sus propios grupos armados para asegurar la estabilidad y el orden.
Gradualmente, en la medida que las incipientes instituciones políticas comienzan a emerger con fuerte participación de la oligarquía, las fuerzas armadas se convierten en instrumentos para imponer su autoridad sobre una sociedad económicamente débil y fuertemente marginada políticamente que aun no ha experimentado el surgimiento de una clase media.
En ese momento los militares se convierten en uno de los instrumentos de las clases dominantes para imponer el orden durante los tiempos de crisis.
 A través de todo el Siglo XIX los militares se identifican con la élite terrateniente y son en gran medida defensores del status quo.
Esta tradición se mantiene vigente en la mayoría de los países de América Latina hasta la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, llegada la guerra, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela y otros países estaban presididos por generales conservadores; y los regímenes civiles en Argentina, Panamá y Haití se sostenían en el poder con el respaldo de los militares.
Cabe agregar que después de la Guerra, los militares de algunas naciones se transforman en “anfitriones de cambio y reforma, es decir, en opositores de las instituciones tradicionales y en proponentes y defensores de las nuevas medidas de bienestar social”.
El cambio de actitud, de defensores del status quo a propulsores de la modernización y el desarrollo se da realmente en respuesta a la necesitad impuesta por las exigencias de la época.
Así vemos cómo los militares intervienen para sofocar el espíritu revolucionario que ellos mismos habían contribuido a crear unos pocos años antes.
 Entre 1947 y 1959, cada uno de estos regímenes militares reformistas es derrocado por oficiales de un ejército conservador o por jóvenes cuyo celo reformista se había desvanecido ante los vientos del movimiento laboral de extrema izquierda.
La institucionalización de nuevas formas de acumulación de riqueza, junto con el desarrollo capitalista, conduce al surgimiento de nuevos protagonistas económicos y políticos que naturalmente implican cambios en las estructuras de clases y relaciones sociales prevalecientes.
 De ahí que el estado se vea atrapado entre ser el instrumento de las clases sociales dominantes para consolidar una forma de acumulación de riquezas y la herramienta de las clases sociales de movimiento ascendente que exigen una mayor participación en la formulación de las políticas económicas del gobierno.
Esto da lugar a una intensificación de las contradicciones sociales que producen una desorganización del estrato social, la aparición de conflictos industriales y el surgimiento de fuerzas radicales anticonservadoras.



CONCEPTO DE SISTEMA MILITAR VENEZOLANO.

Los ejércitos nacionales desempeñaron un papel preponderante en las luchas independentistas.
Luego, cuando prevalece un periodo de caos y descontento social en las incipientes naciones, los militares emergen como la única institución lo suficientemente fuerte y con algún grado de legitimidad como para mantener aglutinada a la nación.
Las instituciones políticas en manos de los civiles estaban limitadas en su alcance y confinadas a zonas urbanas.
Es por ello que casi toda la región de la América Hispana vivió un vacío político e institucional al desaparecer la administración colonial.
 Fue un periodo que se caracterizó por la aparición de líderes locales, frecuentes guerras civiles y una rápida sucesión de golpes militares.



CARACTERISTICAS DE LA POBLACION DESDE EL SIGLO XIX HASTA EL SIGLO XX
Desde principios del siglo XIX, los distintos estados latinoamericanos comenzaron la búsqueda de sistemas económicos nacionales que les permitiesen superar los graves problemas sociales de sus respectivas naciones.
EE.UU. comienza una fuerte intervención, no solo económica, sino también de orden político y social.
Fue el presidente Theodore Roosevelt (1901-1909) quien pretendió complementar la antigua Doctrina Monroe (1823), que hablaba de "América para los Americanos".
Después de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos, comienza a establecer diversas áreas de influencia en América Latina.
Una economía en expansión como la de aquel país requería de materias primas para su industria, y mercados para sus productos e inversión de capitales.
Fue así como,  bajo  el  imperativo  de  la  dinámica  del  capitalismo,  los norteamericanos comenzaron a penetrar con sus capitales y empresas primero en Centroamérica, y más tarde en toda América del Sur.
Con la crisis económica  norteamericana,  producida  a partir del llamado jueves negro (octubre de 1929) se produce un efecto en cadena que da a la crisis un carácter internacional.
Desde  la  paralización  bursátil  se  desencadenó  una  serie  de  eventos  que afectó a la mayor parte de la producción industrial del mundo capitalista, con el consiguiente efecto sobre aquellos países exportadores de materias primas.
Asimismo, la crisis trajo consecuencias en todo el sistema. Se habla de consecuencias económicas, políticas y sociales.



SEGURIDAD DE LA NACION.
La Seguridad Nacional se consolidó como categoría política durante la Guerra Fría, especialmente en las zonas de influencia de Estados Unidos y, por ende, su patio de atrás: América Latina.
Ella mantuvo al mundo divido en dos sectores: los buenos y capitalistas; y los malos y comunistas.
DICTADURAS MILITARES EN AMERICA LATINA
Una dictadura militar es una forma de gobierno autoritario en la cual, en mayor o menor grado, las instituciones ejecutivaslegislativas y judiciales son controladas por las fuerzas armadas que impiden cualquier forma de control democrático.
Suelen originarse como consecuencia de la supresión del sistema de gobierno existente hasta entonces tras un pronunciamiento militar o golpe de estado.1

CARACTERÍSTICAS

Eric Allen Norlinger, citado por el historiador español Eduardo González Calleja, clasificó en 1976 los regímenes militares en tres categorías: «moderadores» (cuando pretenden preservar el statu quo político y social); «guardianes» (cuando impiden el cambio político sin acometer la movilización política «desde arriba»); y «gobernantes», "que se proponen efectuar un cambio político y abordar grandes planes de desarrollo económico, lo que conlleva grandes transformaciones en los centros de distribución del poder".
Las dictaduras militares generalmente han justificado su presencia en el poder como una manera de traer la «estabilidad política para la nación o de rescatarla de la amenaza de "ideologías peligrosas"». Los regímenes militares tienden a retratarse como independientes, como un partido "neutral" que proporciona una dirección interina apartidista en épocas de la agitación, al tiempo que presentan a los políticos civiles como corruptos e ineficaces.
Una de las características casi universales de un gobierno militar es la institución de la ley marcial o de un estado de la emergencia permanente, mediante la cual se eliminan todas las garantías jurídicas (derechos civiles, políticos e incluso sociales) que protegen a las personas contra el abuso del Estado. Los regímenes militares generalmente no respetan los derechos humanos y utilizan la fuerza y la represión para silenciar a los disidentes y opositores políticos.
DICTADURAS MILITARES EN AMÉRICA LATINA
El Golpe de Estado del 6 de septiembrede 1930 instauró la primera de una seguidilla de dictaduras militares en Argentina.
Como se ha documentado, la mayor parte de los dictadores militares en América Latina fueron formados en la Escuela de las Américas, institución que en el contexto de la Guerra Fría garantizó la fidelidad de los ejércitos latinoamericanos a la política exterior de los Estados Unidos.
 En el caso de América Latina se usó habitualmente como pretexto la amenaza del comunismo.
La dictadura militar típica en América Latina es dirigida por una junta o un comité integrado por la dirección del Estado mayor de los militares.
Así fue como ocurrió en Argentina, entre 1976 y 1983, años en que fue gobernado por juntas militares integradas por los más altos representantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
En este caso, el presidente de la junta, primero entre iguales, suele asumir a menudo personalmente la jefatura del estado, pero luego va rotando.
 Así ocurrió con el general Jorge Rafael Videla, quien asumió el poder en Argentina tras el golpe de Estado de 1976, y en cierta forma con Juan María Bordaberry en Uruguay entre 1973 y 1984, aunque allí hubo civiles que oficiaron de "fachada" cívico-militar.
En Chile la situación con el dictador militar Augusto Pinochet Ugarte, quien ostentó el poder en ese país entre 1973 y 1990 fue algo diferente, ya que asumió en el mismo contexto de presidente de la Junta, pero luego consolidó el poder en torno a su figura y lo ejerció hasta el final del período, prolongándose incluso como senador vitalicio en la transición a la democracia.
Algo muy parecido realizó Dési Bouterse en Surinam.
Otras están en las manos de un solo oficial, generalmente el comandante en jefe del ejército.
Ese fue el caso de Bolivia, con la dictadura del general Hugo Banzer, entre 1971 y 1978.
 En Paraguay sobrevivió como dictador militar el general Alfredo Stroessner, quien gobernó ese país durante treinta y cinco años, desde 1954 hasta 1989.
En República DominicanaRafael Trujillo gobernó el país desde 1930 hasta su asesinato en 1961.
También fue el caso de Perú con el dictador Juan Velasco Alvarado, desde 1968 a 1975, denominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, luego gobernado por Francisco Morales Bermúdez.
En EcuadorGuillermo Rodríguez Lara gobernó desde 1972 hasta 1976.
En Colombia, entre 1953 y 1957 el general Gustavo Rojas Pinilla ejerció el poder en el país.
Otro dictador militar que se mantuvo por mucho tiempo fue Anastasio Somoza García, quien gobernó Nicaragua entre 1936 y 1956 y estableció una dinastía familiar que gobernó el país hasta 1979.
 En Brasil en 1964 se produce un golpe de estado con el derrocamiento del gobierno de João Goulart.
Se inicia una dictadura que durará hasta 1985.
 En Venezuela el General Marco Pérez Jiménez quien gobernó el país desde 1953 - 1958 es depuesto por un golpe de estado, perpetrado por sectores descontentos dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Como todas las dictaduras, una dictadura militar puede ser oficial u oficiosa (algunos dictadores militares, como Omar Torrijos Herrera y Manuel Noriega en Panamá, aparecían como nominalmente subordinados al gobierno civil, no obstante ser el hombre fuerte del régimen).
 El grado de control por parte de los militares sobre la sociedad civil es variable, existiendo situaciones más o menos mixtas, donde los militares ejercen una influencia muy fuerte sin ser enteramente dominantes.




LA FUERZA ARMADA DURANTE EL PACTO DE PUNTO FIJO.
La Fuerza Armada Nacional en la década de los sesenta se aboco a la lucha anti – subversiva y cuando esta finalizo en el año 1969 reforzó su papel de resguardo en la frontera también participaba en actividades de orden civil como los planes repúblicas para las elecciones.
En la constitución de 1961 había un mecanismo de control con respecto a la Fuerza Armada Nacional mediante
a)   El respeto a las áreas de influencia y competencia de los militares las cuales eran fijadas por ellos mismos.
b)   Una autonomía en todas las materias consideradas como castrenses o de seguridad y defensa
c)   Atención a las condiciones socioeconómicas del sector militar
d)   Otorga prioridad a la modernización militar.


FUNCIONES ACTUALES.

a)   Se militariza la seguridad de la nación y se distancia lo militar del Poder Público, pero el asunto más controversial es que se hace corresponsables a los civiles de los asuntos de seguridad de la nación, supone “que el estamento militar establece las políticas de seguridad de la nación y los civiles la ejecutan o contribuyen a ejecutar tales directrices”, en este sentido, el poder civil se subordina al poder militar.
b)   La FANB se declara como una institución sin militancia política, sin que pueda ponerse a favor de parcialidad política alguna.
c)   Se establece el derecho al voto pero sin optar a ningún cargo político ni tomar parte en actos de propaganda o proselitismo político.


martes, 6 de marzo de 2018


Históricamente hablando, los militares han participado activamente en la política de América Latina .

 Durante la subsecuente conquista, los conquistadores combatieron contra los indios americanos, y posteriormente se establecieron, no como simples soldados, sino como la realeza y aristocracia blandiendo considerable influencia económica y poder político.

Los ejércitos nacionales desempeñaron un papel preponderante en las luchas independentistas.

Luego, cuando prevalece un periodo de caos y descontento social en las incipientes naciones, los militares emergen como la única institución lo suficiente- mente fuerte y con algún grado de legitimidad como para mantener aglutinada a la nación.

Las instituciones políticas en manos de los civiles estaban limitadas en su alcance y confinadas a zonas urbanas.

Fue un periodo que se caracterizó por la aparición de líderes locales, frecuentes guerras civiles y una rápida sucesión de golpes militares.

 Estas circunstancias, entre otras, contribuyeron a la emergencia de caudillos, hombres poderosos que disponían de sus propios grupos armados para asegurar la estabilidad y el orden.

Gradualmente, en la medida que las incipientes instituciones políticas comienzan a emerger con fuerte participación de la oligarquía, las fuerzas armadas se convierten en instrumentos para imponer su autoridad sobre una sociedad económicamente débil y fuertemente marginada políticamente que aun no ha experimentado el surgimiento de una clase media.

En ese momento los militares se convierten en uno de los instrumentos de las clases dominantes para imponer el orden durante los tiempos de crisis.

 A través de todo el Siglo XIX los militares se identifican con la élite terrateniente y son en gran medida defensores del status quo.

Esta tradición se mantiene vigente en la mayoría de los países de América Latina hasta la Segunda Guerra Mundial.

De hecho, llegada la guerra, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela y otros países estaban presididos por generales conservadores; y los regímenes civiles en Argentina, Panamá y Haití se sostenían en el poder con el respaldo de los militares.

Cabe agregar que después de la Guerra, los militares de algunas naciones se transforman en “anfitriones de cambio y reforma, es decir, en opositores de las instituciones tradicionales y en proponentes y defensores de las nuevas medidas de bienestar social”.


CONCEPTO DE SISTEMA MILITAR VENEZOLANO

Los ejércitos nacionales desempeñaron un papel preponderante en las luchas independentistas.

Luego, cuando prevalece un periodo de caos y descontento social en las incipientes naciones, los militares emergen como la única institución lo suficientemente fuerte y con algún grado de legitimidad como para mantener aglutinada a la nación.

Las instituciones políticas en manos de los civiles estaban limitadas en su alcance y confinadas a zonas urbanas.

Es por ello que casi toda la región de la América Hispana vivió un vacío político e institucional al desaparecer la administración colonial.

 Fue un periodo que se caracterizó por la aparición de líderes locales, frecuentes guerras civiles y una rápida sucesión de golpes militares.


                                  ROL DE LA FANB EN EL SIGLO XIX Y XX. Históricamente hablando, los militares han participado activament...